“El taller que habito” es una exposición virtual que forma parte del Programa Curatorial del Centro de la Cultura Plurinacional.
Esta exposición está enmarcada en el proyecto “La casa que me habita” la cual busca ver como en esta situación de pandemia global nuestra casa se transforma, se resignifica en algunos de sus espacios y como nos apropiamos fuertemente de otros.
Patricia Mariaca con su exposición “El taller que habito”, nos comparte obras realizadas durante la pandemia, donde podemos ver el proceso creativo de un artista visual en la intimidad de su taller, y entender que puede ser diverso, pero al mismo tiempo tener una relación que está guiada por deseos, recuerdos y reinterpretaciones.
Conociendo la intimidad de su taller podemos ver que es una artista que rescata lo mejor de sus obras pasadas para crear obras nuevas, que mantiene un interés en la perdurabilidad de su obra, que a través de sus etapas de trabajo mantiene su característica de jugar con los distintos tipo de texturas en los cuadros.
Cabe destacar el trabajo característico de Patricia en obras de grandes formatos con colores quebrados que juegan pequeños espacios de colores brillantes, como la serie de montañas y la obras “Chile” que a través de la representación de un pequeño elemento, llena la obra con la potencia del significado. También vemos una serie de retratos en pequeño formato, como parte de esta serie está la obra “….” donde tenemos a un personaje femenino que lleva un barbijo que será uno de los símbolos más representativos de esta pandemia mundial.
Finalmente la unión de todos los elementos no solo muestra una exposición como la podemos ver en un espacio clásico de exposición de manera presencial, nos complementa el acercamiento y conocimiento tanto de un proceso artístico. Andrea Hinojosa
Curadora CCP
Durante toda mi vida de pintora me debatí en la idea de si era mejor un taller fuera de la casa o en ella, creo que la respuesta la tuve en el confinamiento que nos tocó vivir, agradecí tener el taller en casa y…ser acumuladora de materiales.
Mis últimos cuadros antes de la pandemia se centraban en la importancia de repensar los pequeños alimentos, como ejemplo tuve de modelo los chiles que cultivo. Sin embargo el confinamiento en el taller me transportó a que mis reflexiones volvieran a centrarse en el ser humano. Empecé cuadros en pequeño formato donde las personas practican “distancia social”, habitando cada personaje su propio espacio en la superficie de un cuadro. Estas pequeñas obras se pueden combinar de diversas maneras, si se ponen dos cuadros de perfil se comunican de una manera, en cambio si cada uno mira hacia diferentes lados o si se separa un cuadro como si fuera una persona en una ventana se crea un relato diferente.
Como tuve mucho tiempo, también pinté otras muchas cosas. En principio los temas parecen inconexos, como personas/montañas/chiles y flores en recipientes…, pero estoy segura que en unos meses encontraré el sentido a todo ese multitema. Ya estoy acostumbrada a que el sentido total de un cuadro o una serie la descubra un poco más tarde de ser pintada, a veces el sentido lo da otra persona que ve el cuadro y me comenta algo en lo que no había reparado pero que esta clarísimamente en la obra, como si el espectador fuera el catalizador de un significado que no solo me pertenece a mí.
La experiencia de que el objeto de la exposición sea el espacio de taller me pareció primero un desafío, porque normalmente es mi lugar privado, donde entran pocas personas, sin embargo hay algo emocionante en mostrar no el cuadro terminado sino dar un paso más hacia lo personal.
Pienso que frente a todo el sufrimiento y la incertidumbre que estamos viviendo tenemos que aprender que la comunicación tiene que ser lo más personal posible, sino no tiene sentido.
….Muchas veces yo he entregado mi destino a la montaña porque no sabía si iba a regresar, pero estar arriba y disfrutar ese momento de silencio, del paisaje, del logro me ha dado las más grandes satisfacciones de la vida. Es una pasión, un instante único que jamás vuelve a repetirse”
Bernardo Guarachi Alpinista
Los cuadros que forman mi serie “El aroma de la montaña” fueron pintados con el mismo placer de un alpinista que no necesita escalar para disfrutar todo de la montaña, porque mucho antes de llegar a la cima ya se siente el aroma de la montaña…
Patricia Mariaca
En la comida se reproducen cotidianamente pautas de nuestras manifestaciones culturales que no sólo nos identifican con una tierra o un grupo, también nos muestran el modo que tenemos para asociarse con la naturaleza que nos brinda el sustento diario y nos enseña modos de relacionarnos con los otros.
…Una cosa tan pequeña contiene un mundo entero, contiene una cultura, con el chile estamos hablando de todo el sabor centro americano y como nos relacionamos con ese sabor….
Patricia Mariaca